Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios para educar a sus hijos según sus conciencias. Carta de los derechos de la familia, del Pontificio Consejo para la Familia,5 (22-X-1983)

lunes, 17 de noviembre de 2008

Homeschooling y utopía


"La pedagogía es la llave que abre la puerta de la utopía. No hay posible utopía cristiana que no se fundamente en una pedagogía cristiana. Esto lo entendió Clemente de Alejandría en su libro El Pedagogo, lo entendió Moro en su Utopía y es convicción común entre los pensadores de tendencia utópica, como Gandhi. Por otra parte el eros pædagogicus ha de inspirar en la utopía no sólamente a los educadores, profesores y catequistas, especialmente preparados para la función educativa, sino a todos los cristianos adultos, ante todo los padres y hermanos mayores. Una de las razones que hacen más urgente la utopía es ir a dar en un nuevo régimen de vida que favorezca continuamente la dedicación pedagógica de los mayores sobre los niños y jóvenes.
La pedagogía es ars artium, el arte de las artes, porque se dedica a cultivar personas humanas.¿Hasta cuándo los cristianos padecerán sin lucha una situación tópica en la que se ven tan ocupados en otras cosas, que apenas tienen tiempo y ánimo para cultivar a sus hijos? Ya ni saben hacerlo. Y con ello los hijos quedan a merced de la Bestia mundana, y por mil medios convergentes «reciben su sello en la frente y en la mano» (Ap 14,9), en su mentalidad y en sus costumbres. El Crisóstomo, en su precioso opúsculo De la vanagloria y de la educación de los hijos, describe minuciosamente, y con admirable perspicacia, cómo el niño cristiano es abandonado a una mundanización sistemática de su mente y de su corazón, y exhorta con fuerza a la maravillosa función educativa: «que se le muestren otras bellezas» (59). Ésa es la clave.Una comunidad utópica sólo puede formarse y perseverar si está integrada por cristianos apasionados por la educación de sus hijos, cristianos decididos a ayudarles día a día a marcar su mente y su corazón con el sello de Cristo, el Salvador del mundo, y comprometidos en la ardua y gozosa tarea de crearles un cuadro exterior de vida favorable a la interioridad evangélica. Esto exige un empeño precioso, continuo, formidable: tutoría de estudios, de juegos, de lecturas, adiestramiento en oficios manuales, suscitación de aficiones positivas, etc., guía de exploraciones por el mundo de la naturaleza, de la pobreza, de la enfermedad, de la literatura y de la música, de la santidad, de la belleza litúrgica, acompañamiento directivo en viajes, peregrinaciones, campamentos, dosificación cuidadosa de experiencias intensas temporales, vacunaciones programadas contra todas y cada una de las epidemias espirituales de la época, así como catequesis, e incluso dirección espiritual, que también los laicos, en su modo y medida, deben impartirla. Todo esto, que exige mucha atención, mucho amor y muchas horas de entrega personal a otros, hijos propios o ajenos, ha de estar integrado, como una orientación principal, en la forma vitæ de la familia y de la comunidad cristiana. De no ser así, ¿para qué tener hijos?... ¿Para echarlos al mundo tópico, y proporcionarles todos los condicionamientos precisos para que éste haga de ellos unos pequeños monstruos vacíos y desorientados, frágiles y egocéntricos, dedicados a «pasarlo bien en la vida», y ya amargados y desencantados de ésta, antes casi de haber comenzado a vivir? "

Mejor dicho, difícil. Cap. Pedagogía de Evangelio y Utopía, obra del Padre José María Iraburu, disponible en la Fundación Gratis Date y a través de Internet.
No estoy diciendo que el Padre Iraburu hablara del homeschooling aquí (sí lo hace en un comentario a su conferencia precisamente sobre el tema de la educación en Evangelio y Utopía en uno de los programas de Radio María, que si puedo, os colgaré por aquí). Pero sí es verdad que podemos pensar en que, tal como están las cosas, si uno no tiene las circunstancias para contar con un muy buen colegio donde educar a sus hijos cristianamente con profesores, tutores y libros imbuidos de cristianismo y modelos de fé en Jesucristo, quizás uno no vea otra salida que la puerta del homeschooling. Y es una puerta que abre a un mundo realmente utópico, con mucha cruz y sacrificio, eso sí, que nadie se nos vaya a engañar. Y muchos días desaliento, y dudas, pero con la ayuda del Señor, todo se puede.

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