Michael Waldstein, profesor de la Ave María University y padre de familia, dió en aquel Encuentro una interesantísima conferencia sobre los problemas de las familias en la transmisión de los valores y creencias cristianos, y cómo el homeschooling es una respuesta a estos, la elegida en concreto por él y su mujer para la educación de sus nueve hijos.
Emergencia educativa. Una respuesta: homeschooling.
Bueno, en realidad, la conferencia se titulaba “The Family: Forming Human and Christian Values: Overview of USA and Canada” y en ella se nos habla del problema de la creciente secularización de las escuelas, también las católicas, del poco tiempo que los niños escolarizados pasan con sus padres y de la dificultad que esto crea a la hora de construir relaciones familiares fuertes, y de la influencia nefasta de la “global youth culture” –subcultura juvenil global- que nos roba de las manos literalmente a nuestros hijos. Muchos padres se sienten impotentes ante esta situación, y ven cómo sus hijos son formados por otra cultura –subcultura-, que no es la suya.
“We parents must wake up and take action!” Nosotros los padres, debemos despertar y actuar.
Es nuestro derecho inalienable, y nuestro deber inalienable pues, el educar a nuestros hijos. No podemos dejarnos usurpar este papel. Debemos pasar tiempo con nuestros hijos, el necesario para construir una vida en común, donde podamos transmitir a nuestros hijos lo más querido para nosotros, nuestra fé y nuestros valores. Tenemos que implicarnos a fondo en la educación de nuestros hijos. Una respuesta es reforzar o renovar la identidad católica de las escuelas, que sean verdaderas escuelas católicas.Y finaliza el artículo apuntando al homeschooling como una manera más radical en la que los padres se están implicando y comprometiendo en la educación de sus hijos, notablemente en los Estados Unidos y en Canadá. Según recientes estimaciones fiables, nos dice que habrá unos dos millones de familias en los EEUU que ya educan a sus hijos en casa. Y el fenómeno es creciente.
El profesor Waldstein es padre de ocho hijos, los están educando en casa desde pequeños hasta el ingreso en la Universidad. Y atentos a la razón que da para ello:
“La razón principal por la que empezamos a educar a nuestros hijos en casa fue el relato que oímos de unos amigos íntimos sobre el efecto que el homeschooling tenía en su familia. Los niños, decían, se habían hecho más amigos unos de otros, porque compartían la experiencia de estudiar en casa. Los padres también establecieron una relación de amistad más fuerte con sus hijos, porque compartían más de sus vidas. Como muchos otros homeschoolers, hemos visto como la “global youth culture” –subcultura juvenil global-, no es una fuerza irresistible. Es posible transmitir nuestra propia cultura cristiana. El ruptura generacional no es inevitable”.
Este llamado y este mensaje de esperanza son muy necesarios. Un instrumento privilegiado para ello, lo creemos, es y puede ser para muchas familias, aquí en España también, el homeschooling.
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